FONDO
Sabiendo que hay un final, es fácil decir las cosas.
Sabiendo que ya no hay nada que perder, es fácil lanzar los
dados.
Sabiendo que se es culpable, es sencillo cometer otro
delito.
Descubriendo que tocaste fondo, no está de más lamerse en
él.
Hábito del ruin que se destruye,
descaro del delincuente que sigue fraudulento por la vida,
costumbre de perdedor; andar perdiendo.
Si te desfiguras al punto de no mirarte,
puedes con comodidad hacerte otra cortada.
Cuando ocurre la muerte desde tus manos
ya nada importa,
puedes volver a morir.
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