DE LA MALA VIDA
Mientras tanto, en mi mente sigues desnuda ¡Puta! ¡Puta siempre pedida! Puta tierna en ese burdel que es tu nombre. Tu lunar: tu bombillo rojo. Puta que regala falsedades, que erotiza una herida y la lame, se pierde en las calles de su propia conveniencia; insinúa verdades y masturba mentiras. ¡Puta! ¡Puta mía! ¡Puta siempre pedida!, ¡puta tierna! Ramerita de 20 que me tiene atrapada entre sus muslos, que me realiza esa vieja fantasía de quererla; y se que se cotiza por cicatrices. ¡Puta, puta mía! ¡Puta siempre pedida! Princesa de colchones mojados, dueña y señora de eyaculaciones tristes, revendedora de sus propias carencias, emprendedora de estafas compartidas. ¡Puta!, ¡puta mía! ¡Puta siempre pedida! Si te ha gustado la lectura, y quieres colaborar conmigo haz clic AQUÍ tu contribución para el mantenimiento del blog es de gran ayuda.