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Mostrando entradas de marzo, 2016

DE LA MALA VIDA

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Mientras tanto, en mi mente sigues desnuda ¡Puta! ¡Puta siempre pedida! Puta tierna en ese burdel que es tu nombre. Tu lunar: tu bombillo rojo. Puta que regala falsedades, que erotiza una herida y la lame, se pierde en las calles de su propia conveniencia; insinúa verdades y masturba mentiras. ¡Puta! ¡Puta mía! ¡Puta siempre pedida!, ¡puta tierna! Ramerita de 20 que me tiene atrapada entre sus muslos, que me realiza esa vieja fantasía de quererla; y se que se cotiza por cicatrices. ¡Puta, puta mía! ¡Puta siempre pedida! Princesa de colchones mojados, dueña y señora de eyaculaciones tristes, revendedora de sus propias carencias, emprendedora de estafas compartidas. ¡Puta!, ¡puta mía! ¡Puta siempre pedida! Si te ha gustado la lectura, y quieres colaborar conmigo haz clic  AQUÍ tu contribución para el mantenimiento del blog es de gran ayuda.

CRECER

Déjame sin ti. Dame la espalda. Arráncame de un tajo el cordón umbilical. Déjame náufraga en la incertidumbre. Desnúdame en medio de la noche y de los años. Destiérrame de tus ofrendas, tu oro, tu palacio. Déjame sin ti, ¡te lo pido! Quítame el pan y el vino. Abandóname tambaleando, a mi suerte, en la balsa de mis instintos. Suéltame. Empújame al viento desde lo más alto de tu montaña. No llores delante de mí, no te sientas culpable. No retrocedas. Déjame ahogarme, que vengan los tiburones a las cinco de la tarde; que me queme el sol en la piel como me quema   mi incompetencia. No me abraces en el frío ni mucho menos me cobijes. Déjame sin ti, Descalza en las piedras, hambrienta en la escasez… así, sola, despiadadamente sola: única, impar, disoluta. Que necesito destruirme. Caminar muriendo lenta, muy lentamente, sin ti. Y un día, un día vendrán las gaviotas; sabré entonces que he llegado nuevamente a tierra firme y que esta ve