LA MUÑECA
I Ella, que a partir de este momento llamaremos muñeca, se enamoró como toda mujer buena de una mujer mala. Toda mujer buena debe tener al menos una historia muy triste y muñeca no es la excepción. Se enamoró de una mujer que, a partir de este momento, llamaremos la buhonera; entonces, este amor lésbico y conflictivo tiene sus escenarios en los estadios, eventos y conciertos. La muñeca en su amor errado, acompañaba a la buhonera a vender chucherías en los conciertos. Enamorada de lo emprendedora que ella podía ser, la seguía a todas partes. La buhonera era alta como una torre de parque central y fría como una nevera en la luna; la muñeca, pequeñita y vulnerable, caminaba orgullosa con ella; cabalgando en su carretilla de caballos de cauchos, que en vez de flores llevaban cocosetes y bolibomba en cajas. Cambió sus guantes de seda por unos de obrero y dejó los vestidos colgados por un jean y un arnés, ella lo prefería así; dejar de ser ella para estar junto a su amor. En los co