TONTÍN

De los siete el más pequeño, de los siete el más torpe; torpeza que cuando el viento soplaba a favor le llamaban ternura, una caricia era ganancia. Típico perdedor enamorado de aquella princesa, pero Disney no admite enanos con princesas. Disney es como Osmel y su obsesión por la belleza esculpida, perfecta, estereotipada, y él, él había nacido de aquella pluma de Disney, era un clásico. Suerte que tuvo Shrek de nacer en la vanguardia.

Camino a casa siempre quedaba de último y ella...ella venía con su belleza despiadada y noble a rescatarlo del olvido de los otros seis. En sus sueños, él se postulaba a príncipe; en sus sueños era él quien daba ese beso, en sus sueños media más o al menos la ropa no le quedaba tan grande. No quería ser Tontín, quería ser príncipe o al menos escapar del cuento, pero los enanos tontos siempre hacen reír y no se quedan con las princesas y cuando el narrador dijo su último parlamento: “ y Blancanieves y el príncipe fueron felices para siempre”, Tontín se quedó sin ella para toda la vida.



Si te ha gustado la lectura, y quieres colaborar conmigo haz clic AQUÍ
tu contribución para el mantenimiento del blog es de gran ayuda.

Comentarios

Entradas populares de este blog

MI TÍA, LA DE LA PLAYA

ESTACIÓN CAMARERA (Karlina Fernández)