109 KILOMETROS Y UNA PREGUNTA (Karlina Fernández)
Foto del blog "Caminando por Venezuela"
Fue un adiós
chiquitico,
disimulado en el
tácito lenguaje del silencio.
Me dejaste en la boca
tu nombre
y una taquicardia
maleteada,
sin llave para abrir
la puerta que aclara y responde.
Ahora debo fingir que
no me inquieta,
que soy tan dura como
una erección,
tan separable de ti
como la misma distancia
que hay entre un
martes y otro.
Sigues mandando
adioses chocantes en tus mensajes invisibles.
Me atraganto de
signos de interrogación.
¡¿Ves porque siempre temo
a la dulzura?!
Tiende su miel a anestesiar
presagios poco optimistas.
Fue también una
ilusión pasajera,
se procuró escaleras
hasta el cielo;
sin contemplar que
por las mismas también se baja.
Sí: fue un error de
ingeniería y de ingenuidad.
Se habló de cielo,
ternura y futuro de forma irresponsable,
propuse suspiros.
Tú, ¿vendiste
mentiras?
Entonces resignada espero
a
que el samán te de su
sombra,
que dejes los
misterios en el río Aragua,
que tus santos se
pronuncien,
que la felicidad te
dure tanto como los cedros.
Me despido diciendo:
fue un adiós
chiquitico,
disimulado en el
tácito lenguaje del silencio,
me dejaste en la boca
tu nombre
y una taquicardia
maleteada,
sin llave para abrir la
puerta que aclara y responde.
¡Si te ha gustado la lectura, déjame tu comentario!
Karlina, todas ellas...
Karlina, todas ellas...
Comentarios