SINCERIDAD


No me quieres,
lo sé.
Tus silencios no encuentran donde ponerme.

No quieres mis versos esperándote
y a decir verdad… yo tampoco,
pero tus manos interesadas
parecían amarme
cuando les brinde el almuerzo.

Y yo sé — tranquila— que no.

Yo le doy a quien no tiene
para que me dé lo que me falta.
Y eso no es amor,
es otra modalidad de indigencia.

El alma también revisa la basura.


Si te ha gustado la lectura, y quieres colaborar conmigo haz clic AQUÍ
tu contribución para el mantenimiento del blog es de gran ayuda.

Comentarios

Entradas populares de este blog

MI TÍA, LA DE LA PLAYA

TONTÍN

UN DÍA PARA DESCONECTAR