IMPACTO (Karlina Fernández)



Fue un instante, 
así como se consigue la muerte, 
como una bala, un perdigón en el orgullo. 

Desde entonces nada nace, 
mis días infectados de ti, de esa enfermedad que te volviste, 
ese dolor que arde y se vuelve hiedra. 

Te quiero como siempre, 
sin que el dolor lo toque, 

sin que la distancia corrompa. 

Entonces, ¿qué es el tiempo?: 
una contradicción que no te olvida, 
que se acostumbra a tu "no estar", 
pero te sigue queriendo... 
como si la confianza no se hubiera desangrado 
y el futuro no hubiese roto tu nombre. 

Tengo que recurrir a imaginarte, el dolor me lo pide. 
Justo cuando creo conseguirte y curarme en tus besos, 
abro los ojos y vuelvo a morir en mis lágrimas.


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